😊 ¿Eres una persona feliz? Si no es así, ¿por qué no? 🙄 ¿Te estarás mirando demasiado el ombligo? 🤔
Tiempo de lectura 3:15 min.
¿A cuántas personas conoces que se miran demasiado el ombligo y son felices? Probablemente muy pocas, o me atrevería a decir que ninguna. ¿Te has fijado en la relación que existe entre ser infeliz y preocuparse demasiado por uno mismo?
Hay gente que es la viva representación de Tristeza, el personaje de la película Inside Out. Se centran en su vida, sus desgracias, sus malos ratos, su mala suerte, su… su… su… su ombligo.
¿Por qué no son felices estas personas? Pues yo no soy psicóloga y cada caso será diferente. Pero lo que es cierto e innegable es que si no dejamos de mirarnos a nosotros mismos, no podremos ver nuestros problemas con la perspectiva adecuada. Por eso, los haremos más grandes e importantes de lo que son realmente y esto no nos dejará ser felices.
Para poder ver un problema con claridad es necesario alejarse de él. La perspectiva puede cambiar mucho si tomas la distancia adecuada. ¿Quieres probar con un ejemplo práctico?
Coge en la mano cualquier objeto que tengas alrededor y aleja la mano tanto como te permita el brazo. ¿Cómo ves el objeto? Ahora, acerca el objeto tanto a tus ojos como puedas (hasta tenerlo pegado a la nariz). ¿Cómo lo ves ahora?
Seguramente, cuando el objeto estaba a distancia lo veías bien, pero se volvió borroso cuando te lo pegaste a la nariz.
Lo mismo ocurre con tus problemas. Si los ves a una distancia demasiado corta, no solamente los verás más grandes, sino que no podrás verlos con nitidez.
Sin embargo, si aprendes a verlos con la perspectiva adecuada y los alejas lo suficiente, podrás verlos mejor y, probablemente, te resultará mucho más fácil ponerles solución (o aprender a vivir con ellos, si es el caso).
¿Son tus problemas super importantes para ti? Todas las personas tienen problemas, y esto es lo primero que debes entender. Pero es posible que pienses que los tuyos son más graves, o que los demás tienen más herramientas para solucionar los suyos (por lo tanto, los tuyos son peores).
¿Vives pensando de forma prácticamente constante en determinado problema, experiencia traumática o situación que te hace sufrir? Si es así, puede que relaciones cualquier otra cosa que te ocurra a ti o a otros con “eso”.
¿Te excusas cuando alguien intenta consolarte? Puede que otros te hayan dicho que no le des tanta importancia a determinado asunto. ¿Has puesto excusas como “esto es muy importante” o “tú no lo entiendes porque no lo has vivido”? Puede que esa persona no pueda sentir lo mismo que tú, pero también es posible que estés magnificando tu problema.
Si es así, es probable que estés mirando demasiado a tu propio ombligo y no puedas ver con claridad tu situación.
Probablemente no. En cualquier caso, esto no es lo que define que seas una buena o una mala persona. Sin embargo, sí que es posible que estés actuando de una forma destructiva, tanto contigo mismo como hacia tus relaciones con los demás.
Para dejar de mirarte el ombligo y empezar a ser feliz viendo los problemas con la perspectiva adecuada, necesitas tomar distancia. ¿Y eso cómo se hace? Lo primero es seguir una serie de consejos que dan los psicólogos.
👉 El primer paso es dejar de creerte todo lo que te dices. Si tienes tendencia a magnificar tus problemas, es muy probable que lo que piensas no sea siempre positivo. Por eso, no te creas todo lo que piensas. Muchas veces el problema no es tan feo como la interpretación que haces de él. Por eso, ten cuidado con tus pensamientos.
👉 Vigila dónde pones el foco. Si pones tu atención en cosas imaginarias del futuro, si tienes “síndrome de Spielberg” o si tiendes a centrarte demasiado en tus problemas… ¡Ojo a dónde estás poniendo tu atención!
👉 Imagina que tus problemas son de otra persona. ¿Eres de esas personas que sabe dar buenos consejos a los demás, pero tiene graves problemas para enfrentar su propia vida? Esto es muy frecuente. Si te pasa, piensa: ¿Qué le dirías a un amigo que está pasando por esa situación? Como solía decir un personaje conocido ¡Aléjate, primo!
👉 Preocúpate por lo que puedes controlar. Una manera muy poco productiva de ver los problemas es preocuparnos por las cosas que no podemos controlar. En otras ocasiones ya he hablado de cómo dejar de preocuparse en exceso. Si estás atendiendo a lo que otros hagan, digan o a las consecuencias de sus acciones; no podrás ser feliz. Por eso, céntrate en solucionar aquello que sí es tu responsabilidad.
Ser feliz y mirarse demasiado el ombligo son dos cosas totalmente incompatibles. Centrarte demasiado en tus problemas hace que los magnifiques y los saques de contexto. ¿Conoces algún otro consejo para tomar distancia de los problemas y verlos con perspectiva? 💬 Si es así, ¡déjalo en los comentarios! Seguro que otros lectores agradecerán tu aportación. 💬