Productividad

Placer y Dolor: el secreto para hackear tu fuerza de voluntad

¿No consigues crear los hábitos que te gustaría tener? 😔 ¡Es porque no conoces este secreto para hackear tu fuerza de voluntad! 💪😏

Tiempo de lectura 4:50 min.

Ya ha pasado un mes desde que empezó el 2021 y es posible que te estés preguntando qué ha pasado con todas las metas que te habías puesto para este año. A estas alturas, muchos ya han dejado de lado sus objetivos y los han pospuesto para el año que viene. 

Pero yo sé que tú no quieres que eso te pase a ti. Quieres que este año sea “el año definitivo”. Ese en el que por fin consigues adquirir todos esos buenos hábitos que te has propuesto: comer mejor, hacer deporte, dejar de fumar, levantarte temprano, ser más productivo… 

Todavía no lo has conseguido y hoy te voy a contar el posible motivo: no has conseguido hackear tu fuerza de voluntad, porque no has puesto en práctica este secreto. Te voy a contar un truco que cambiará tu forma de ver esas metas que han sido “inalcanzables” durante años. 

¿Estás preparado? ¡Vamos allá! 

1. ¿Qué clase de metas te pones?

El primer paso para hackear tu fuerza de voluntad con el truco que te voy a dar es identificar qué clase de metas te sueles poner. 

Normalmente, nos ponemos metas positivas, pero que nos cuestan esfuerzo. 

Por ejemplo, dejar de fumar es algo super positivo. Pero no cabe duda de que cuesta mucho esfuerzo. 

Conseguir el hábito de hacer deporte a diario sería maravilloso. Pero es un objetivo que nos cuesta tiempo, esfuerzo y muchos dolores por las agujetas de los días siguientes. 

Probablemente te estés poniendo metas SUPER POSITIVAS pero que requieren de ti un gran esfuerzo. Después de todo, si fuesen fáciles de conseguir, ya las habrías logrado, ¿no? 

Pues justamente de eso es de lo que te voy a hablar: vamos a ver cómo puedes convertir esos grandes esfuerzos, que no eres capaz de mantener en el tiempo, en algo muy fácil y perdurable.  

2. ¿Con qué relacionas esas metas?

Una vez que has identificado el tipo de metas que te pones, y que has determinado que son objetivos que te conllevan un gran esfuerzo, llega el momento de ver con qué las relacionas. 

Si te cuesta tanto esfuerzo… ¿es posible que sin darte cuenta las relaciones con algo negativo? ¿Un sacrificio que debes hacer para obtener un beneficio que todavía es lejano? 

Llevamos toda la vida escuchando la frase “para presumir hay que sufrir”. Y esta frase, entre otras muchas cosas, ha hecho que relacionemos el conseguir objetivos positivos con tener que sufrir en el proceso. 

Tenemos sobrepeso, porque relacionamos la comida basura con disfrutar. Engordamos sin darnos cuenta y, cuando queremos prestar atención a nuestra salud, tenemos que hacer una dieta. Dieta que se convierte en un gran sacrificio, que tenemos que hacer para conseguir una finalidad lejana: estar delgados, vernos bien y tener un cuerpo sano. 

Como vemos el proceso como un gran sacrificio, una carga, algo completamente negativo y que no nos apetece en absoluto, abandonamos a los tres días. Hay quienes duran quince o veinte, y lo dejan al veintiuno. 

Independientemente de cuándo abandones, si no has conseguido tu objetivo, has dejado de esforzarte demasiado pronto. 

3. Placer y dolor

Nos acercamos a ver cuál es el secreto para hackear tu fuerza de voluntad. Pero antes… un último apunte: 

Hay dos fuerzas que rigen todo lo bueno y lo malo que haces en tu vida. Todos tus hábitos se han producido por alguna de estas dos fuerzas: PLACER o DOLOR. 

Absolutamente todo lo que hacemos en la vida lo hacemos para conseguir placer, o para evitar el dolor. 

Si has decidido que quieres adelgazar puede ser porque ya no soportas el dolor que te da no caber en tu propia ropa, o mirarte al espejo; o por el placer que sabes que te producirá estar como te gustaría. 

Si te maquillas lo puedes hacer para conseguir el placer de verte más guapa, o para evitar el dolor de salir a la calle con unas ojeras que te llegan hasta los pies. 

Si tienes el hábito de levantarte temprano puede ser por el placer que te da ver el amanecer y hacer las cosas por la mañanita; o por el dolor que te produciría llegar tarde al trabajo y que tu jefe te despida por impuntual. 

Y así un sinfín de actividades que haces cada día y que se rigen por estas dos fuerzas. 

Sea lo que sea que pienses o que te propongas en la vida, se debe a alguno de esos dos motores: PLACER o DOLOR. 

EL SECRETO PARA HACKEAR TU FUERZA DE VOLUNTAD DEFINITIVAMENTE

Ahora que ya has identificado que te pones metas que son muy positivas pero que te cuestan un esfuerzo; que sabes que relacionas el proceso de esas metas con algo doloroso; y que tu cerebro se limita a hacerlo todo para obtener placer o evitar dolor… 

Ha llegado el momento de ver EL SECRETO DEFINITIVO PARA HACKEAR TU FUERZA DE VOLUNTAD.

Y puede que ya lo hayas adivinado… El secreto para conseguir cualquier cosa que te propongas y adquirir buenos hábitos es aprender a manejar esas dos fuerzas a tu favor. 

Haz que la consecución de placer y la evitación del dolor jueguen para ti, y no en tu contra. ¿Cómo se hace eso? 

Relaciona eso que tanto te cuesta con algo que te haga obtener mucho placer. Y eso que te gusta y no puedes dejar con algo que te produce mucho dolor. 

Por ejemplo, continuando con el tabaco y la comida: 

¿Eres fumador y siempre que intentas dejarlo vuelves a caer?

Relaciona el tabaco con todo lo negativo que trae a tu vida. Cuando pienses en fumar, piensa en cómo tu casa, tu ropa, tus dedos y tu boca se quedarán apestando después del cigarro. Recuerda que cada mañana después de fumar te despiertas con un sabor de boca terrible y la sensación de que alguno de tus pulmones está a punto de explotar. Piensa en el daño que te haces cada vez que te fumas un cigarro más. 

Relaciona el hecho de dejarlo con cosas que te producen placer: poder repetir ropa dos días seguidos porque no apesta, oler bien, poder subir una pendiente sin dejarte los pulmones por el camino, tener una buena salud, volver a saborear los alimentos… 

¿Quieres perder peso pero no te puedes resistir a una BigMac?

Relaciona el hecho de hacer ejercicio con algo positivo. Por ejemplo, en mi caso me ha funcionado pensar en lo bien que me siento nada más terminar, con mucha más energía y positividad. Relaciona la comida de la dieta con algo que te encanta, haciendo platos que realmente te gusten al paladar y que no solamente te llenen el estómago. 

Pensar en el placer inmediato que te puede producir el proceso de bajar de peso, te ayudará a mantener en el tiempo una dieta que puede alargarse durante semanas, o hasta meses. Y, por supuesto, pensar en el placer que te dará a la larga ver cómo te vuelve a entrar la ropa que no te podías poner desde hace años, también te ayudará. 

Relaciona la comida de mala calidad, la comida basura y la comida no nutritiva con lo que realmente es: plástico, basura, algo que jamás podrá parecerse en sabor y nutrición a la comida de verdad. 

 

Si relacionas todo lo que ahora ves negativo de tu meta con algo que te ayuda a obtener placer, tienes más de la mitad del camino hecho. Puede que tengas que pensar durante varios días para acumular una lista de puntos. Pero, una vez que los tengas, ese será tu motor para conseguir cualquier cosa que te propongas. 

¡Hackea tu fuerza de voluntad aprendiendo a jugar con el placer y el dolor! 

Cuéntame en los comentarios si ya has puesto en práctica este consejo y cuál ha sido tu experiencia. 

Bea Martín

Hola, soy Bea! Mi pasión -y mi profesión- es escribir. Disfruto mucho de pasar tiempo frente al mar y de los juegos de mesa en buena compañía. Este es mi blog personal, donde combino mi pasión por escribir, con mi afición de los medios audiovisuales y mi curiosidad por la mente humana. Siempre he tratado de encontrar maneras de sentirme mejor y ayudar a otros y desde 2013 lo reflejo en este blog.

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